domingo, 27 de diciembre de 2020

La carta espiral



Uno de los actos que mantenía más viva a la tropa era la escritura de cartas personales y recibir las repuestas a dichas misivas. En la humedad silenciosa del cuartel que invadía todas las estancias oscuras y despobladas, los soldados garabateaban letras imprecisas sobre su relato cotidiano.

Joan era un soldadito de escasa presencia física que había perdido la sonrisa porque sospechaba que su novia le era infiel. A veces se confesaba y vomitaba toda su ternura mezclada con tristeza.

Un día lo sorprendí mientras escribía una carta en forma de espiral y le pregunté qué hacía.

–Escribo a mi novia –me respondió.

–Y por qué lo haces de esa forma.

–Quiere volverme loco, pero no lo va a conseguir. Antes yo la vuelvo loca a ella.

domingo, 20 de diciembre de 2020

Consuelo



Me la encuentro pasado un tiempo tras el accidente de tráfico que acabó con la vida de su joven hijo. Nos saludamos con la mirada porque hay momentos donde sobran las palabras.
—Una pierde a los seres queridos pero no debe perder lo que sentía hacia ellos —me confiesa casi con lágrimas en los ojos—. Cada mañana hago cosas que sé que a él le gustaba verme hacer, no sé algo como sonreír, cocinar, dar largos paseos…
Después hay un silencio.
—Mi corazón ahora es un vaso de agua y su recuerdo como una bolsita de té que mojó para que me impregne de su presencia.



domingo, 13 de diciembre de 2020

Enfermedades



Preocupado le dijo: «este niño es un diablo». Y ella le replicó con toda naturalidad: «no hay que preocuparse. Tiene que pasar la infancia».



domingo, 6 de diciembre de 2020

Redivivo



Luis era alegre con sus amigos y campechano con la gente, además de amar profundamente a su familia. En nada parecido a su vida anterior con la que un día decidió acabar. Desde entonces cuando hablaba de él lo hacía en pasado como si estuviera muerto. Luis —decía Luis— era un hombre violento y alcoholizado, mala gente, se lo digo yo, ese tal Luis.



domingo, 29 de noviembre de 2020

Alarmada




Suena una primera alarma. Levanta su larvado cuerpo de la cama. Quién se lo hubiera dicho la noche anterior, que iba a ver otro día, otra mañana. Mira por la ventana y ve que la ciudad permanece fuera, llena de ruido y de furia como el día anterior. Suena un segundo aviso acústico y se dirige a la cocina donde hay huellas invisibles del vuelo de las moscas. Enciende la placa eléctrica para calentar el café. No espera nada del día, no espera nada de la vida. Nunca espera nada ni a nadie. Mientras desayuna la tercera señal llega. Es la hora de hacer las mismas cosas de ayer. Revisa todo antes de salir a la calle y frente a su portal ve la carnicería ‘El pollo feliz’ y su grasiento propietario. Pasa el urbano y no se detiene en la parada. Echa a andar y cruza la calle sin mirar. Escucha en su interior la cuarta alarma. Es el momento. Mira en un parque cercano y se sienta en un banco frente al busto de un insigne poeta. Ahora sabe que no hay esperanza. Ha vuelto a ocurrir.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Cambiando la hora




Adelantó cada uno del centenar de relojes que guardaba en la casa un minuto sobre el anterior, desde la planta baja hasta la buhardilla, de forma que cuando hizo el recorrido inverso los relojes marcaban siempre la misma hora, experimentando la sensación paradójica de que el tiempo se había detenido o que volvía a vivir una temporalidad similar a la ya sentida. Un presente inmutable mientras se desplazaba por cada espacio diferente. Era un ensayo para determinar la percepción de su existencia, en la cual tenía la impresión de estar atrapado eternamente.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Zapatos de domingo



Intentó por enésima vez sacar el dedo para completar el lazo, pero se le volvió a escapar el nudo. Miró la complejidad de aquel artilugio cuyo funcionamiento no le entraba en la cabeza y pensó, entre resignado y convencido de su torpeza, que podría dedicar su vida a resolver el problema de por qué los niños pequeños nunca saben anudar sus zapatos.



domingo, 8 de noviembre de 2020

Riegos laborales



Se dedicaba a la venta de bebés. El último mes había sido especialmente estresante dado el considerable aumento de volumen. Cuando hay mucho género, los cuerpecitos desprenden un aceitillo sudoroso que impregna las manos y atraviesa la piel. Había olvidado usar guantes y ahora se había infectado con aquel líquido cuyas propiedades afectaban a la sinapsis neuronal, cambiando radicalmente la manera de pensar. Lo sabía desde el principio, cuando aceptó el trabajo, por cuestión de dinero y no por vocación. Ahora tendría que soportar las consecuencias porque no existía ningún antídoto para el contagio. Comenzó a sudar y sentirse mal cuando aparecieron los primeros síntomas de autonepiofilia.



domingo, 1 de noviembre de 2020

La bibliotecaria



Perdida dentro del archivo, ella se había convertido en otro de aquellos palimpsestos allí almacenados, pero no uno cualquiera. Igual que los manuscritos que los amanuenses escribían en caja alta gótica, en su delicado rostro de papel de cebolla se habían marcado las grafías de un poema antiquísimo, que contaba los cortejos que tuvo su corazón. Cada verso relataba la historia de un hombre que la amó. Y así los filólogos entusiasmados acudían a estudiar en su mirada la métrica del amor.



domingo, 25 de octubre de 2020

Beligerancias



Comenzaron la batalla muy temprano, a la hora del desayuno. Juntos se plantearon derrotarse durante la jornada que parecía larga. No cejaron en su lid mientras pasaban las horas, aunque hicieron un alto para el almuerzo. Tras comer amistosamente, mirándose a los ojos se contaron anécdotas y emprendieron su pelea cada vez más cruenta. En el camino fueron traicionándose, desangrándose, mutilando sus miembros cuando el día suspiraba con su última luz. Extenuados por su disputa mortal parecían abocados, cuando estaban a punto de desplomarse, a una extinción segura. Los salvó de la muerte una voz femenina: «¡Ya está bien de Play todo el día!¡A la cama!»



domingo, 18 de octubre de 2020

Seguridad



Entra un ladrón al establecimiento con el rostro tapado y empuñando un arma blanca. Los ojos de la dependienta expresan el miedo atenazador del instante que parece transcurrir a cámara lenta. El caco le pide que le entregue lo más valioso que haya en el comercio. Ella accede y le entrega un espejo sin fondo donde cae y desaparece.



domingo, 11 de octubre de 2020

Natalidad



Al principio el número era simple. Observado fríamente era solo un dígito. A la mañana siguiente se duplicó, pero siguió siendo una cifra inofensiva sin más, una pareja ordinaria. Para la noche había formado un trío y aquello le hizo gracia, siendo la hora que era. De madrugada le pareció escuchar un murmullo y, al levantarse, se apresuró para ver que el asunto creció hasta ser una familia numérica. Incluso se alegró de no estar tan solo. Los guarismos continuaron engordando con el paso de los días y en poco tiempo echaron raíces cuadradas y eclosionó la numerología, aumentando exponencialmente y con tan buen cálculo, que comenzó la crianza de números fraccionarios, trascendentales, complejos, hiperreales, superreales y surreales. Lo peor fue cuando le nacieron los irracionales y, especialmente, los negativos, y llegaron los primos con su alegría. El álgebra de los días se transformó en una multiplicación de elementos y su vida en una ecuación irresoluta, derivada de una abstracción logarítmica tan irrefrenable que el espacio euclídeo de su casa se transformó en módulo de un número hipercomplejo, donde permanece internado.



domingo, 4 de octubre de 2020

Alterables



Salía del metro cuando me topé con una manifestación de palíndromos. Caminé unos pasos y pregunté a uno de ellos que sostenía una pancarta por el motivo de la protesta y dijo: «somos reversibles y es un derecho que se nos tiene que reconocer».

domingo, 27 de septiembre de 2020

Idilio



La luz intensa la despertó en una blanca habitación y cuando giró la vista vio el bello cuerpo desnudo de un hombre que le daba la espalda sobre la que caía una melena de pelo rubio. La claridad inundaba todo dormitorio donde había pasado la noche con aquel desconocido mientras notaba una sensación placentera que recorría su cuerpo. No se atrevió a hablar con el durmiente que yacía a su lado mientras se preguntaba cómo había llegado hasta allí. Al girarse el joven de hermoso rostro le dijo: soy tu muerte.
A Daniela la salvaron en el último momento los médicos tras una operación de urgencia después de sufrir infarto agudo de miocardio. Despertó en una blanca y luminosa habitación del hospital después de su idilio.

domingo, 20 de septiembre de 2020

Divagaciones de un candidato



Llegué a la política por esas cosas que tiene la vida. Mi amigo Felipe tan entusiasta siempre me cogió de la mano y me afilió una noche que andábamos de francachela. Había fundado un partido político para dar voz a “las personas humanas”, decía, expulsar a los políticos de la institución local y devolver el poder a la ciudadanía.

Mi amigo Felipe murió de repente la misma noche que iba a comenzaba la campaña electoral, por lo que no pudimos colocar ninguno de los carteles con los que pensábamos inundar la ciudad.

Sin tiempo para reaccionar decidieron que fuera yo, su mano derecha, el candidato que lo sustituyera y no me dieron margen para negarme. De la noche a la mañana, vi mi imagen multiplicada por calles y avenidas, apoderándose de mí un extraño sentimiento de importancia y temor al fracaso.

No pude dejar de mirarme cada vez que me cruzaba con un cartel y aparecía mi imagen observándome. Al principio, fue curiosidad, después casi obsesión. Hasta que una noche que caminaba solo me pareció ver guiñar un ojo a uno de esos carteles. Pensé que habría sido una alucinación fruto del cansancio, pero al caminar un tramo de la calle alguien me llamó la atención. Era ese hombre que tanto se parecía a mí y que estaba copiado en miles de imágenes repartidas en toda la ciudad.

Me dijo que quería hablar conmigo, de hombre a hombre, porque el verdadero candidato era él y no yo. Efectivamente, el día de las elecciones salió elegido él como alcalde y yo, bueno yo nunca he servido para la política.

domingo, 13 de septiembre de 2020

Confesión



Al principio no me gustaba su aspecto, parecía un hombre acantilado con poco atractivo. A medida, en cambio, que fuimos hablando se produjo una especie de transfiguración, mayor en lo que sentía que en lo que seguían viendo mis ojos. Cuando me contó los libros que leía, empecé a ver sus paisajes interiores poblados de historias y me asomé al borde de su altura. Al escuchar sus sueños y cómo los defendía me lancé a sus brazos. Pensé entonces que el amor embellece a las personas y percibí que sus manos torpes eran una fábrica de caricias aladas, su andar dubitativo camino para mi espera, y su pétrea decisión de amarme la cima del cariño.



domingo, 6 de septiembre de 2020

El enfermo imaginario



Nunca me topé con alguien que se alegrara tanto de estar enferma. Cada parámetro analítico por encima de los límites de la normalidad lo celebraba con algarabía. Manifestaba cierto orgullo cuando su lozanía empeoraba. Al contrario, si le apuntaban que tenía buena salud mostraba su enfadado desacuerdo. Nadie poseía una patología tan extrema como ella, no había ninguna persona que estuviera tan insana. Murió, según el diagnóstico médico, de un golpe de salud.



domingo, 30 de agosto de 2020

Tríos



Sentados en la mesa de un café los tres tramaron escribir una farsa literaria. El primero de ellos narró hacia atrás su encuentro en una trigonometría temporal. El siguiente relató un melodrama sobre la infancia espuria de aquella trinidad. El último compuso unos versos bastardos acentuados en la tercera sílaba. Los tres fueron fusilados al amanecer por sus plagiadores.


Este relato forma parte de una experiencia de 'escritura colaborativa', con los poetas y escritores Francisco C. Ayudarte y Nicolás Rodríguez Martín, que desarrollan esta ficción literaria de la siguiente manera:


EN UNA CAFETERÍA, una mesa redonda de cristal, tres poetas apócrifos sentados y cuatro sillas).
ACTO I
PRIMER POETA: Señores poetas, nos hemos reunido aquí para contar o inventar nuestros recuerdos.
SEGUNDO POETA: Bien. Cada uno de mis recuerdos dibuja y colorea un retrato fidedigno que mezcla lo real con lo soñado.
TERCER POETA: Los míos no. Cuando recuerdo, el recuerdo cambia: se alarga se acorta o se deforma como una figura reflejada en la sala de los espejos de una feria.


Francisco C. Ayudarte


RECUERDO final, maravilla
trizado el espejo,
cambios de voz reflejados
silencio de versos:
cerveza, té verde, manchado
café contra el sueño;
también girasol de abandono
y aquí no te espero.
Ya es tarde, mañana nunca es
del verso en silencio.


Nicolás Rodríguez Martín

domingo, 23 de agosto de 2020

Sala de espera



Nadie había perdido la esperanza en aquel lugar porque todos sospechaban que era lo último que perderían.



domingo, 16 de agosto de 2020

Consulta 313



Una pantalla colgada en la pared pixeló su nombre a la par que una voz robotizada lo pronunciaba en dos ocasiones. Un segundo antes de levantarse se sintió avergonzado por haber sido anunciado ante la audiencia de la sala que, ahora sí, lo identificaría por sus apellidos y lo sacaría del anonimato que estaba disfrutando camuflado entre los que esperaban.


Fueron instantes de una ligera incertidumbre hasta que logró desaparecer de la vista del público y entrar en el consultorio médico. Allí dentro el mundo se hizo inmenso en tanto una mujer le pedía que ocupara la silla junto a la mesa.


Después de preguntar qué le ocurría narró, profusamente, la sintomatología de su padecimiento. La doctora procedió a realizar una exploración de su cuerpo para lo que hubo de tumbarse en una camilla. Y mientras notaba que lo palpaba con sus manos destempladas miró al techo y se apreció vulnerable a la vez que protegido. Imaginó morir y ser eterno, pensó en la nada y en todo lo que era.


Tras la auscultación, la médica le diagnosticó que sufría de duplicidad neuronal completa, bilateral disconforme con su esencia de ente. Es grave, preguntó confundido. Nada hay de peligroso en pensar las cosas doblemente, le explicó la facultativa.



domingo, 9 de agosto de 2020

domingo, 2 de agosto de 2020

Anieblados



Hoy la niebla es espesa, tanto que las palabras se licuan al pronunciarlas y llegan como distorsionadas a los oídos atentos. Parece que estamos en Londres, refiere alguien después de haber sido pronunciada esa misma observación más de una veintena de veces a lo largo de la mañana. Y no, la ciudad londinense no es la única que tiene el copyright de la acumulación de gotículas de agua que forma una capa amplia en contacto con el suelo terrenal y limitando la forma de ver las cosas. Tampoco se trata de una niebla tan densa que se pudiera cortar con un cuchillo, dado que esa herramienta de trozar consistente en una hoja de metal habitualmente estirada y cortante por un solo lado, en ocasiones punzante, con un astil metálico, de palo u otro material, al ser infectiva en dicho ejemplo. Descartado el smog fotoquímico queda la referencia cultural unamuniana o la más televisiva del san Bernardo de Heidi, cuando no la fenomenológica neblina engelante.



domingo, 26 de julio de 2020

Querencias



—Quiérete mucho. Eso es lo que tienes que hacer —le imploró.
—Si yo ya me quiero, pero esta maldita enfermedad me quiere aún más.



domingo, 19 de julio de 2020

Agorera


A Casandra le daba miedo pensar en el futuro incierto porque era como construir una realidad que hasta ese momento no existía. Ella no adivinaba el porvenir, lo erigía. Y aun así era incapaz de creerse a sí misma en su narrativa adivinatoria.



domingo, 12 de julio de 2020

Aumento



«Mi abuelito usa gafas para la lectura y siempre se queda dormido. Es por eso que le he regalado unas con cristales de más despierto».



lunes, 6 de julio de 2020

Proceso estocástico



El tiempo de espera de cada uno de los diferentes usuarios que llegan a una oficina de Correos y se ponen a la cola en una de sus ventanillas para hacer una gestión, es un proceso estocástico.

Una de las variables más terribles de este proceso es que te toque una señora con varios bultos mal empaquetados que quiere enviar, a su hijo residente en Alemania, unos embutidos del pueblo (chorizos, morcillas, longanizas, etcétera).

Las variables aleatorias indexadas pueden llegar a ser infinitas como el tiempo que deberás esperar tú y se reflejan en un índice aleatorio. El conjunto de las mismas va desde no saber poner la dirección a no hablar el mismo idioma que el operario de Correos y pasan, con parsimonia, por un conjunto de relaciones temporales como salir a buscar al marido para que especifique el contenido de los paquetes ya que ella no se acuerda, no saber rellenar el impreso de certificado, dudar si el envío es por avión o transporte corriente, mirar en el monedero para ver si lleva bastante dinero y, finalmente, discutir por el precio.

domingo, 5 de julio de 2020

Parroquia




El bar estaba vacío. Monótono el camarero caminaba tras la barra ordenando los últimos objetos mientras esperaba la llegada de la clientela. Al fondo del recinto un insecto leía el periódico. Entraron dos hombres, uno de ellos con la cara redonda y unas gafas a juego con la geometría de su rostro, el otro más espigado fumaba un cigarrillo. El tabernero reconoció al primero.
—Señor Monterroso ¿le pongo un atol? —preguntó.
—Que sean dos —interrumpió el acompañante.
—Siento decirle que hoy tampoco ha venido el dinosaurio. En cambio, el sujeto que está allí sentado se ha interesado por usted.
La pareja caminó hasta donde terminaba el establecimiento con las bebidas en la mano.
—Le presento a mi amigo Rulfo, tiene especial interés en entomología literaria —informó Monterroso.
El bicho sin levantar la cabeza les contó que Kafka no tenía predisposición a ningún trueque de zoofilia narrativa. Rulfo sacó de su bolsillo un gallo que picoteó la larva lectora.
—Los cuentos siempre deben tener un buen final. Aunque los dos estemos muertos en esta eternidad—explicó el mejicano.



jueves, 2 de julio de 2020

Bromistas






Los casinos de los pueblos, donde los hombres se reunían al atardecer para jugar a las cartas o al dominó, fueron fuente de chanzas y burlas sobre los más desafortunados. En cierta ocasión escuché relatar como verídica una historia vivida en esa atmósfera:

Rodolfo llegó como todas las tardes y dejó su sombrero sobre la percha. Se sentó en la mesa con sus compañeros de juego y comenzó su habitual partida de cartas. No pasó mucho tiempo cuando uno de ellos le dijo: «tienes la cabeza algo hinchada». Rodolfo no hizo caso al comentario.

No pasó mucho tiempo cuando alguien de la sala se acercó a saludar a los jugadores de la mesa y también hizo la misma observación a Rodolfo. «Se te ve la cabeza algo hinchada».

Los comentarios de ese tipo salpicaron la tarde. Rodolfo harto de tanto runrún fue al baño y se miró en el espejo. No observó nada extraño y eso lo tranquilizó.

Para culminar la gracia, en un descuido, colocaron bajo el forro del sombrero papel de periódico. Al terminar la partida de cartas Rodolfo se levantó y fue a por su sombrero. Cuando intentó colocárselo en la cabeza no pudo hacerlo.

Dicen los que le vieron que la cabeza de aquel hombre, en ese instante, se hinchó como un globo rojo. Su corazón se paró y cayó al suelo fulminado.

domingo, 28 de junio de 2020

Negocios



La jornada había finalizado y, tras el recuento del dinero, el saldo resultó ser muy provechoso para sus intereses y el esfuerzo valió la pena. Vendieron más mentiras que nunca porque se beneficiaron, en parte, de que esa fecha se hubiera declarado en Día de la Credulidad. También porque los sofismas estaban en periodo de rebaja y las falacias se ofertaron a un llévese tres y pague dos. Además, el comercio online aumentó la compra de embustes, noticias falsas y fraudes de manera considerable. En cierto modo, en aquella sociedad, el consumo de falsedades y engaños daban mucho prestigio.



sábado, 27 de junio de 2020

Veredicto



Lo declararon culpable tras un juicio rápido. Lo condenó un juez con personalidad de chorizo y adicto a la cocaína. Sus sentencias más duras eran impuestas a quienes estaban acusados de coquetear con la droga. Lo imputó un fiscal lelo que no sabía distinguir entre el juicio de la razón y la razón judicial, acomplejado porque lo desdeñaban todas las mujeres. Para su suerte lo defendió un abogado de oficio tan honrado que cuando su cliente le contó la verdad, lo acusó ante el juez.



domingo, 21 de junio de 2020

La bienvenida



El barco no partió. Él sonrió entonces al ver como desde cubierta ella le saludaba. Recogió el equipaje y lo colocó en el maletero del coche. Esperó a que bajara la escalinata y le pidió que le devolviera su beso. Subió al automóvil y volvió a casa. En el camino no hubo reproches.

domingo, 14 de junio de 2020

Abandono



La libélula interrumpió su vuelo al paso del avión que tomaba tierra. En la terminal uno del aeropuerto Soekarno-Hatta de Yakarta, espera sentada su vuelo de la compañía Air Asia, Melati. Su cara redonda y su mirada perdida no expresaba el tiempo que lleva en aquel lugar, pero al igual que su nombre –flor de jazmín– que significa la esperanza, Melati no desespera y siente que se ha hecho mujer desde que llegó. La libélula emprende su vuelo hasta posarse en el hombro de la chica.

domingo, 7 de junio de 2020

Anieblados




Hoy la niebla es espesa, tanto que las palabras se licuan al pronunciarlas y llegan como distorsionadas a los oídos atentos. Parece que estamos en Londres, refiere alguien después de haber sido pronunciada esa misma observación más de una veintena de veces a lo largo de la mañana. Y no, la ciudad londinense no es la única que tiene el copyright de la acumulación de gotículas de agua que forma una capa amplia en contacto con el suelo terrenal y limitando la forma de ver las cosas. Tampoco se trata de una niebla tan densa que se pudiera cortar con un cuchillo, dado que esa herramienta de trozar consistente en una hoja de metal habitualmente estirada y cortante por un solo lado, en ocasiones punzante, con un astil metálico, de palo u otro material, al ser infectiva en dicho ejemplo. Descartado el smog fotoquímico queda la referencia cultural unamuniana o la más televisiva del san Bernardo de Heidi, cuando no la fenomenológica neblina engelante.



domingo, 31 de mayo de 2020

Querencias



—Quiérete mucho. Eso es lo que tienes que hacer —le imploró.
—Si yo ya me quiero, pero esta maldita enfermedad me quiere aún más.



domingo, 24 de mayo de 2020

Agorera



A Casandra le daba miedo pensar en el futuro incierto porque era como construir una realidad que hasta ese momento no existía. Ella no adivinaba el porvenir, lo erigía. Y aun así era incapaz de creerse a sí misma en su narrativa adivinatoria.



domingo, 17 de mayo de 2020

Aumento



«Mi abuelito usa gafas para la lectura y siempre se queda dormido. Es por eso que le he regalado unas con cristales de más despierto».

domingo, 10 de mayo de 2020

Parroquia




El bar estaba vacío. Monótono el camarero caminaba tras la barra ordenando los últimos objetos mientras esperaba la llegada de la clientela. Al fondo del recinto un insecto leía el periódico. Entraron dos hombres, uno de ellos con la cara redonda y unas gafas a juego con la geometría de su rostro, el otro más espigado fumaba un cigarrillo. El tabernero reconoció al primero.
—Señor Monterroso ¿le pongo un atol? —preguntó.
—Que sean dos —interrumpió el acompañante.
—Siento decirle que hoy tampoco ha venido el dinosaurio. En cambio, el sujeto que está allí sentado se ha interesado por usted.
La pareja caminó hasta donde terminaba el establecimiento con las bebidas en la mano.
—Le presento a mi amigo Rulfo, tiene especial interés en entomología literaria —informó Monterroso.
El bicho sin levantar la cabeza les contó que Kafka no tenía predisposición a ningún trueque de zoofilia narrativa. Rulfo sacó de su bolsillo un gallo que picoteó la larva lectora.
—Los cuentos siempre deben tener un buen final. Aunque los dos estemos muertos en esta eternidad—explicó el mejicano.

domingo, 3 de mayo de 2020

Convivencia



Me ha saludado esta mañana con los ojos vidriosos y la respiración agitada. Me ha narrado una historia que es muy antigua y suele ocurrir donde residen muchos me vecinos. Dice que vive angustiada desde hace meses y que apenas descansa. Cuando tiene que entrar o salir de casa trata de emplear el menor tiempo posible porque, me ha confesado, siente miedo. Aclara que en su bloque de pisos la persigue un fantasma… de carne y hueso.



domingo, 26 de abril de 2020

La sonrisa del miedo







La casa quedó en semipenumbra cuando sus padres apagaron la luz del dormitorio situado frente al suyo. Y entonces todo se hizo distantemente inmenso, desconocido, mientras se amplificaba el silencio hasta hacerse audible. Arrebujada en las sábanas, con el embozo tapando su nariz, cerró los ojos y el miedo le sonrió.

domingo, 19 de abril de 2020

Encogimientos




Leyó en un libro que la gente mayor menguaba por cada susto se les daba. Así que comenzó a asustar a mamá hasta que ella se fue haciendo pequeñita mientras él crecía. Hasta que llegó el día que su hijo comenzó a asustarlo a él y comprendió el poder menguante que confiere el miedo.



domingo, 12 de abril de 2020

El corrector díptero




Una mosca zumbadora quiere comunicarse conmigo. Ha efectuado tres pasadas rápidas por mi oreja derecha, lo que quiere decir que me he comido un complemento directo en el primer párrafo. Después pasa dos veces delante de mis ojos, realizando un picado para hacerme ver la concordancia de polaridad que acabo de añadir al texto. Y así, sucesivamente, es capaz de corregirme cuanto escribo. Mientras pienso que será el espíritu de un lingüista aplicado fallecido, entiendo como una suerte tener una mosca doctorada en tipología lingüística, sin que me tenga que mosquear, claro.

domingo, 5 de abril de 2020

Chiflado






Comenzó como empiezan muchas cosas, con un probar para ver si somos capaces de mejorar una técnica. Los primeros intentos fueron baldíos, más por el empeño y la insistencia despejó el camino hasta alcanzar su propósito, y silbó. Imitó, así, a otros compañeros de la escuela también practicantes.



Al principio la secuencia de silbidos fue espaciada entre horas y conforme pasaban los días la ensayística fue a más, hasta ser continua y sin pausa. Los familiares del niño, tras una temporada de capear sus silbos, decidieron poner tapones de cera en sus oídos.



El incesante uso de los labios para obtener un pitido continuo y agudo, otorgó al niño una peculiar fisionomía debido a la prolongación muscular, hueca y elástica que sucedió en su boca, pasando a formar parte de la taxonomía de animales con trompa que pueblan el planeta como el tapir, el elefante o el mosquito trompetero.



Eso sí, debido a su potencia succionadora que desarrolló, su madre nunca tuvo que ponerle más una cuchara para tomar la sopa y, en su madurez, se especializó en trabajos de libación.

domingo, 29 de marzo de 2020

Soltar lastre






A José Doménico lo conocí un verano mientras trabajaba en un bar restaurante en mi época estudiantil para lograr algún dinero. Se pegaba a la barra y desplegaba su discurso de filósofo tabernario como él se definía. Solía contar chistes que venían a ser sus máximas para explicar el mundo. En cierta ocasión refirió el chascarrillo del hombre que andaba por el desierto con un yunque entre sus manos. Preguntado por su propósito, el individuo explicaba que era una técnica evasiva por si aparecía una fiera, momento en el que soltaría el pesado hierro y podría andar más rápido. Doménico decía que así pasa en nuestras vidas, ya que si somos capaces de dejar las pesadas cargas que nos ralentizan, podemos andar más ligeros y sin el lastre de los engorros que nos frenan ante lo esencial.

domingo, 22 de marzo de 2020

Charla cotidiana



—Hola.

—Qué tal —se saludaron frente a una antigua casona.

—¿Esta no era la casa da Antonio, el viejo mecánico?

—Sí, vivió aquí hasta que murió su mujer, Ángeles. Después se fue marchó a casa de una de sus hijas y allí falleció, una lástima.

—Veo que están reformando la vivienda.

—Sí, al parecer vendrá a vivir el hijo mayor.

—Es una buena casa.

—Me tengo que ir.

—Y yo.

Se estrecharon las manos antes de marcharse y cada espectro tomó una dirección distinta.



domingo, 15 de marzo de 2020

Encogimientos



Leyó en un libro que la gente mayor menguaba por cada susto se les daba. Así que comenzó a asustar a mamá hasta que ella se fue haciendo pequeñita mientras él crecía. Hasta que llegó el día que su hijo comenzó a asustarlo a él y comprendió el poder menguante que confiere el miedo.

domingo, 8 de marzo de 2020

Un cuento



La niña observó como la mujer mayor cruzaba con cierta dificultad la calle tirando del carrito de la compra. A cada paso imaginó cómo habría sido cada parte de vida. Una chica ilusionada, una joven apuesta, una esposa diligente, una madre infinita, una mujer luchadora. Al llegar al otro lado de la calle, la mujer mayor volvió la cara hacia la niña y le sonrió. Ese fue el momento en el que pudo reconocerse en aquel rostro.

domingo, 1 de marzo de 2020

Olvidadiza




He creado un grupo de WhatsApp con una sola usuaria que soy yo. Allí envío los mensajes más sinceros, los recuerdos que no debo olvidar, los instantes más claros, los encuentros más plácidos y, especialmente, las fotos que me recuerdan lo que fui cuando estoy junto a las personas que me hacen saber quién soy. A veces olvido que soy quien manda los mensajes y cuando escucho un aviso sonoro, me emociono.



domingo, 23 de febrero de 2020

Fantasmagoría



Dos ancianos miran caer la tarde sentados en un banco junto a la carretera. Mis pasos de caminante me acercan hacia ellos. Les saludo, primero con una sonrisa y un leve movimiento de cabeza; después con un «buenas». Responden con amabilidad a mi cumplido. En medio de un rumoroso silencio, les digo que todo parece muy tranquilo y uno de ellos me revela: «en este pueblo, los que no están muertos se han ido». En ese momento se me viene a la mente Comala y pienso si no estaré hablando con dos fantasmas, o si ya seré yo también como uno de esos espectros.

domingo, 16 de febrero de 2020

Brujas



Le dijo que aquella era una noche mágica. Lo recordó durante cada segundo transcurrido en la espera: noche mágica. Mientras se asombraba de cómo se había quebrado su fortuna: noche mágica. Lo masticó con el silencio de las palabras que suenan sin pronunciarse: noche mágica. Y con el dolor paralizante de todo lo que no puede ocurrir porque ya ha ocurrido, ni romper el contrato que el destino obliga a rubricar: noche mágica. Un conjuro de lágrimas implosivas prosiguió al anuncio de la megafonía: noche mágica.



domingo, 9 de febrero de 2020

Hilos



Todo está tranquilo hasta que dentro de un instante suceda un crimen. Precedente a que ocurra este asesinato, está la persona muerta dentro de la vida y el asesino inocente. En el previo criminal al dolor y a la crueldad hay un destino sereno que nada hace indicar que sucederá lo que tiene que acaecer, que el caudal de tiempo determinará la muerte abrupta de una vida y la mente humana urdirá una atrocidad contra ella. Anteriormente a ser víctima, irá de compras y sacará dinero de un cajero automático, estando expuesta a la usura de la banca y al incómodo pensamiento que le provoca este abuso de autoridad económica, sin el menor presentimiento de azar opuesto a seguir su trayectoria vital. Antes el no homicida aún desayunará sin la culpabilidad de un asesino y mirará pasar la gente entretenida en su tiempo vital pensando, quizás, en una oportunidad para no tener que mancharse de sangre. Más atrás el lazo entretenido del destino que comienza a anudarse.



domingo, 26 de enero de 2020

Buscavidas



Rebuscaba entre los desperdicios de la basura cada noche. En cada contenedor encontraba las cosas inútiles que la gente arrojaba: altruismo, poesía, calma… Un día encontró un verdadero tesoro: su vida que se había caído dentro.


domingo, 19 de enero de 2020

Beodo



En aquella librería servían unos libros deliciosos y siempre lo invitaban a unas rondas de textos, así que cada noche volvía a casa borracho de letras. Menos en una ocasión cuando lo detuvo una pareja de críticos literarios y le hizo un control de novelas. El resultado que dio fue un porcentaje de ‘best seller’ por encima de lo permitido. Un filólogo le retiró el carné de la biblioteca pública y lo condenó a leer a los clásicos de nuevo.




domingo, 12 de enero de 2020

El tótem






Llegó embalado y parecía majestuoso ante la mirada de los niños que en ningún momento se apartaron de él mientras lo ponían en funcionamiento aquellos operarios. Hasta le cantaron a coro canciones infantiles.

Luego lo adoraron durante un par de horas mientras escuchaban a la madre contar historias de cómo era la vida antes de que existirá aquel artilugio.

Por fin se abrió la puerta del frigorífico y los niños recibieron un polo de chocolate recién hecho en justa recompensa por su devoción.

domingo, 5 de enero de 2020

Altos vuelos


La madre se lo tenía dicho, que no jugara con el niño. El padre siempre hizo caso omiso. Al principio sujetaba al bebé con sus largos brazos y lo subía a la altura hasta donde podía extenderlos. Después comenzó a lanzarlo por el aire hasta la altura del techo de la casa y el bebé sonreía.

Para no desentonar con lanzamientos anteriores, en la calle lo soltaba con fuerza hasta la altura de la farola y así prosiguió hasta alcanzar el tejado de la casa. El bebé sonería.

Ante la protesta de la madre viajó hasta Italia y lo proyectó hasta la altura de la torre de Pisa y cuando cayó lo recogió con certera precisión y seguridad. Repitió su proeza en París, ante la torre Eiffel, en Shanghái junto al rascacielos que lleva este nombre y en el edificio Burj Khalifa hasta alcanzar sus 828 metros de altura, no sin el ¡ay! contenido de la madre hasta que el bebé —que sonreía— regresaba a los brazos de papá.

En el último lanzamiento, el padre reconoció que se le fue la mano. Ahora el bebé sonríe desde la Estación Espacial Internacional.

Un tiempo único

    Nauplio Fernández observó, al despertar, que no se había movido de la cama en toda la noche. Entonces una idea iluminó su cerebro: e...