domingo, 30 de junio de 2019

Consuelo



Me la encuentro pasado un tiempo tras el accidente de tráfico que acabó con la vida de su joven hijo. Nos saludamos con la mirada porque hay momentos donde sobran las palabras.

—Una pierde a los seres queridos pero no debe perder lo que sentía hacia ellos —me confiesa casi con lágrimas en los ojos—. Cada mañana hago cosas que sé que a él le gustaba verme hacer, no sé algo como sonreír, cocinar, dar largos paseos…

Después hay un silencio.

—Mi corazón ahora es un vaso de agua y su recuerdo como una bolsita de té que mojó para que me impregne de su presencia.

domingo, 23 de junio de 2019

Ola de calor







A Isabel y Pablo les sobrevino un problema con la ola de calor: los niños se les derretían como una bola de helado en el Sahara.

–Qué hacemos con los niños en verano –exteriorizó Pablo.

–Meterlos en el congelador del frigorífico y sacarlos en septiembre –resolvió Isabel.

Dicho y hecho. Los pequeños fueron trasladados a la cámara frigorífica y allí quedaron almacenados entre los calamares a la romana, las alitas de pollo, los aros de cebolla y la tarta al güisqui.

Ese fue el verano más feliz para Isabel y Pablo desde que ambos descubrieron, hacía algunos años, que la luna llena de agosto argentea las arenas de las playas para convertirlas en fecundos lechos amorosos. Viajaron al extranjero, visitaron a los amigos, frecuentaron antiguos bares y descubrieron lugares nuevos. Fueron unas vacaciones exquisitas sólo parecidas aquellas otras eternas de militancia veinteañera.

Pero pasó el calor y se marcharon las moscas y los mosquitos, retirada que anunciaba el momento de descongelar a los chicos.

Sabido es que el calor dilata los cuerpos aunque no se ha llegado a comprobar nunca con certeza si esa expansión corresponde, igualmente, al espíritu. Una discusión, sostenida por los sabios de la antigüedad, argüía que el alma menguaba en unos gramos.

Tras la aclimatación de los cuerpos, Isabel y Pablo pudieron comprobar un fenómeno curioso en sus retoños: se les había encogido la actividad mental. Algo que les incapacitaba las habilidades para el manejo de las nuevas tecnologías y el consumo de chucherías.

domingo, 16 de junio de 2019

Aojamiento







–Tengo mala conciencia –me dijo.

– ¿Y a qué es debido?

–Estuve en la Oficina de Empleo y me pareció una situación humillante. Era como si mendigara. Y después había un señor que no paró de ponerme impedimentos y marearme. Le eché mil maldiciones.

– ¿Y por eso tienes remordimientos?

–No. Hoy me enteré que ese hombre ha muerto.

–Bueno, si no encuentras trabajo siempre puedes alquilar tus servicios para echar el mal de ojo.

domingo, 9 de junio de 2019

Cadena de mando



Toúntos
es la contracción de ‘todos juntos’. Los toúntos es el apodo que recibe una familia compuesta por cinco hermanos y sus dos progenitores que viven en un pequeño pueblo agrícola.

Cada día suben a trabajar al monte el padre y los cinco hijos. Allí tienen un cortijo y unas tierras donde hacen la labor. La escena es casi cotidiana. Después de andar un largo trecho desde el domicilio familiar hasta la finca se percatan de que la llave del caserío la han olvidado.

Pepico, el primogénito sexagenario, manda a Basilio, segundo en el orden familiar, que regrese a por la llave. Basilio traslada la petición a Ambrosio, éste a Dionisio quien a su vez la trasmite al benjamín, Olegario.

Al final es el más tonto quien hace el trabajo y el padre baja a por la llave.

domingo, 2 de junio de 2019

Descorazonada





Ella me confesó que no tenía corazón.
― ¿Qué fue de él? ― pregunté.
― Se lo di a los hombres para que se lo comieran.
― ¿Por qué lo hiciste? ― insistí.
― Porque a quienes quise, me lo dejaron inservible ― respondió con suma indolencia.

Un tiempo único

    Nauplio Fernández observó, al despertar, que no se había movido de la cama en toda la noche. Entonces una idea iluminó su cerebro: e...