Dos ancianos miran caer la tarde sentados en un banco junto a la carretera. Mis pasos de caminante me acercan hacia ellos. Les saludo, primero con una sonrisa y un leve movimiento de cabeza; después con un «buenas». Responden con amabilidad a mi cumplido. En medio de un rumoroso silencio, les digo que todo parece muy tranquilo y uno de ellos me revela: «en este pueblo, los que no están muertos se han ido». En ese momento se me viene a la mente Comala y pienso si no estaré hablando con dos fantasmas, o si ya seré yo también como uno de esos espectros.
domingo, 23 de febrero de 2020
Fantasmagoría
Dos ancianos miran caer la tarde sentados en un banco junto a la carretera. Mis pasos de caminante me acercan hacia ellos. Les saludo, primero con una sonrisa y un leve movimiento de cabeza; después con un «buenas». Responden con amabilidad a mi cumplido. En medio de un rumoroso silencio, les digo que todo parece muy tranquilo y uno de ellos me revela: «en este pueblo, los que no están muertos se han ido». En ese momento se me viene a la mente Comala y pienso si no estaré hablando con dos fantasmas, o si ya seré yo también como uno de esos espectros.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cirugía
—Ay, ay —el paciente no paraba de quejarse. —Ya no le dolerá más —dijo el médico mientras le extirpaba las interjecciones. Con precisión cas...
-
Isabel salió de casa aquella mañana de primavera como cada día, ataviada con su delantal y un pañuelo blanco cubriendo su pelo. Echó a andar...
-
Entró en el agua parsimoniosamente, comprobando que cada centímetro de su cuerpo se sumergía y notaba una temperatura distinta. Su piel se...
No hay comentarios:
Publicar un comentario