Nauplio Fernández observó, al
despertar, que no se había movido de la cama en toda la noche. Entonces una
idea iluminó su cerebro: espacio y tiempo eran una misma magnitud o, en
realidad, el tiempo no existía, concibiendo el Universo como un bloque, que
propone que el tiempo no se desarrolla sino que existe en un estado inmutable.
A Fernández lo conocí en un
congreso de Ciencia alternativa que me mandaron cubrir para el periódico que
trabajaba en la década de los años noventa. Sus ideas me impactaron
profundamente, desafiando mi propia percepción de la realidad. En una
entrevista personal, Nauplio me explicó con gran pasión su teoría sobre la
inexistencia del tiempo. «Solo existe el espacio ya que el ser humano como
observador del mismo tiene un punto de vista variable, y aunque su percepción
es la de estar estático, su cuerpo viaja por el espacio lo que le produce la
alucinación del tiempo», me confesó.
Sus explicaciones me animaron a
realizar un reportaje sobre la vida y obra de este hombre nacido en Alcañiz en
la década de los setenta que, desde niño se vio cautivado por los enigmas del
cosmos y su infancia, en la apacible ciudad aragonesa, estuvo llena de
curiosidad por los misterios del cosmos, inquietud que lo llevó a leer
innumerables libros de ciencia y a pasar horas observando la bóveda celeste. Al
cumplir los dieciocho, tras acabar con excelentes notas el Bachillerato, se
trasladó a Madrid para cursar estudios de Física en la Universidad Politécnica.
Allí creció su pasión por esta disciplina abrazado por mentes brillantes y las
últimas investigaciones científicas. Su talento excepcional no pasó
desapercibido entre sus profesores destacando su perspicacia analítica, su
creatividad desbordante y su incansable búsqueda de conocimiento. Tras
graduarse con honores, Nauplio continuó su formación de doctorado en la
Universidad de Oxford, donde se especializó en cosmología y gravitación.
Allí, según su relato, se unió a
un equipo de investigadores de renombre internacional que trabajaban en la
vanguardia de la física teórica y, junto a ellos abordó los problemas más
desafiantes de la ciencia moderna, como la naturaleza de la materia oscura, la
transfiguración de la energía y la unificación de las fuerzas fundamentales.
Las contribuciones de Nauplio al
campo de la física han sido invaluables. Ha publicado numerosos artículos en
revistas científicas de alto impacto, ha participado en conferencias
internacionales y ha recibido prestigiosos galardones por su labor
investigativa. Su trabajo ha sido fundamental para avanzar en nuestra
comprensión del universo y ha abierto nuevas vías de investigación en el campo
de la física teórica.
Las ideas de Nauplio, aunque
radicales y desafiantes para la ciencia convencional, podrían abrir un espacio
de debate y reflexión sobre la naturaleza del universo y la percepción humana. Su
trabajo inspira a cuestionar las certezas establecidas y a explorar nuevas
fronteras en la búsqueda del conocimiento.
Sin embargo, la entrevista que
realicé a Nauplio nunca vio la luz. El director del periódico, tras una
consulta a las altas instancias, decidió que sus ideas eran demasiado radicales
para el público y las condenó al olvido.
Nauplio Fernández continúa su
incansable búsqueda de la verdad, explorando los confines del conocimiento
humano y desafiando los límites de nuestra comprensión del universo. Sus ideas,
aunque controvertidas, siguen inspirando a las nuevas generaciones de científicos
a cuestionar lo establecido y a buscar nuevas respuestas a los enigmas más
profundos de la existencia.
Nauplio Fernández, un visionario
entre el sueño y la realidad, un hombre que se atrevió a cuestionar el tiempo y
el espacio.