domingo, 25 de julio de 2021

Juego de letras



Farik pela a los niños del barrio. A cada pequeño le marca una letra sobre su cuero cabelludo con la maquinilla eléctrica. Después los chavales, cuando abandonan la barbería, se alinean para formar palabras al azar que dan nombre al pasatiempo de ese día. Hoy han creado el vocablo palimocho, pero no han podido divertirse porque era un juego olvidado.



domingo, 18 de julio de 2021

Trance



El antojo de aquella mañana fue ir a comprar churros. Mientras la churrera vertía la masa en el aceite hirviendo, quedó como hipnotizado por la espiral que iba formando el tejeringo dentro de la oscura perola, movido por dos palos de madera. Despertó cuando mojaba el churro en el café, después de cincuenta años.


domingo, 11 de julio de 2021

Pescadora



Le sonrió mientras la saludaba al coincidir en el zaguán del edificio siempre alelado por su belleza. La joven atractiva y hermosa, le devolvió el saludo con una sonrisa liviana y displicente.

—Te gusta la pesca —afirmó tras observar que sostenía en sus manos una caña de pescar—. Ella asintió con una mueca de simpatía sin articular palabra y continuó caminando hacia la puerta del ascensor. Él, la miró absorto hasta ver desaparecer las líneas curvas que delineaban su cuerpo, su vestido ceñido casi transparentando su ropa interior.

No dejó de imaginar toda la tarde cómo de erótica estaría su vecina del séptimo piso manejando la caña con un fondo marino, hasta que observó como una potera enganchada a un hilo de nailon, acababa de capturar un tanga negro de encaje que ascendía por el ojo patio ante su perplejidad.

domingo, 4 de julio de 2021

Acuarela


Todas las noches la mujer china fríe rollitos de primavera. En verano, en otoño, en invierno y también en primavera. Los fríe con el delicado afán de alimentar a su prole. La escucho en la cocina hablar en una lengua milenaria que produce en mi mente un cierto entusiasmo, imaginando un paisaje de ojos rasgados y siluetas tenues de mujeres chinas. La mujer desenrolla el mantel de la vida en común y sirve su entrega en platos de porcelana china. Su ambición vital es secuestrada por momentos deletéreos y fugaces que van borrando, día tras día, la tinta de su dibujo. Todas las noches la historia se repite irreal y en la mañana la mujer desaparece.

Un tiempo único

    Nauplio Fernández observó, al despertar, que no se había movido de la cama en toda la noche. Entonces una idea iluminó su cerebro: e...