domingo, 29 de diciembre de 2019

Desilusión


Era su novia de toda la vida y lo acababa de dejar. Se hundió pensando que nada volvería a ser igual que antes. Su corazón se arrugó y pareció faltar el aire en sus pulmones. Llovieron lágrimas en su interior. Una última mirada la vio desaparecer mientras se alejaba y antes que el timbre lo hiciera regresar al aula de preescolar junto a los otros niños.

domingo, 22 de diciembre de 2019

Bloc de notas



Meticuloso, ordenado y observador, siempre llevaba un cuaderno de notas para escribir todo aquello que ocurría alrededor de su existencia. Así cuando veía una pareja de novios describía como sería su insoportable convivencia conyugal futura. Si tropezaba con un sacerdote, lo sospechaba en una imagen desnuda en un burdel. Si acaso se trataba de un ama de casa distraída frente a un escaparate de moda, la imaginaba desfilando ante los espejos de su casa. Y si era el caso de un militar enhiesto lo pensaba en ropa interior repantigado en el sofá de su casa.

Su cuaderno engordaba por días hasta que, en cierta ocasión, debió de anotar: esta es mi muerte como escritor. Y se hizo el papel en blanco. Eso sí, pautado como los surcos de la existencia.

domingo, 15 de diciembre de 2019

Endemoniada







La frase era enigmática, escribió mientras trataba de desentrañar las palabras plasmadas. Después serpenteó en su brazo hasta envolverlo y subió por su cuello. Entró por su boca y por su nariz sin poder evitarlo. Al deslizarse por el fondo de su garganta sintió su sabor amargo y cómo le revolvía el estómago y se volvía visceral y testicular. La frase saltó y rodeó su corazón hasta diluirse en su sangre para llegar a su cerebro que la alumbró, por fin, tras ser esclarecida.

domingo, 8 de diciembre de 2019

Turbulenta lectura







«La niña se acercó al hombre que leía en el parque y le dijo: señor no le va a gustar el final de esa novela. Y cómo lo sabes, ¿acaso no eres muy pequeña para haberla leído? —le respondió el hombre algo contrariado—. Es verdad —contestó la pequeña—, pero lo sé porque me escapé de ese libro».

La lectura de aquel pasaje la inquietó porque había soñado esa escena la noche anterior. Cerró el libro de golpe y lo no volvió a abrir. Al llegar a casa lo guardó en la biblioteca y se puso a escribir lo que le había ocurrido. Comenzó su relato desde su infancia cuando un hombre leía un libro en un parque.

domingo, 1 de diciembre de 2019

El escritor encamado




Una larga enfermedad lo había postrado en la cama. Desde allí escribía largos textos sobre su enfermedad y la miseria de una vida enfermiza. En cambio, los textos producidos gozaban de tanta salud y vitalidad que lo convirtieron en un escritor de éxito. Hasta tal punto alcanzó fama que protagonizó un anuncio de colchones.

Un tiempo único

    Nauplio Fernández observó, al despertar, que no se había movido de la cama en toda la noche. Entonces una idea iluminó su cerebro: e...