domingo, 24 de enero de 2021

Epístolas



Al menos dos o tres veces al mes se escribía una carta a sí mismo. Cuando le pregunté por qué lo hacía me dio varias razones. 
—Lo hago para tener correspondencia porque nadie me escribe. También para dar trabajo a los carteros y porque no quiero que se pierda el género epistolar. Pero, principalmente, lo hago para decirme aquellas cosas que no tengo valor de contarme frente al espejo.



1 comentario:

Relaciones laborales

Tengo la fortuna de tener un jefe excepcional, que se desvive por nosotros y nos tiende la mano en todo momento. Es el alma de nuestra secci...