Un argonauta encontró a una sirena y le prometió su amor. La sirena pensó que era una buena oportunidad para cambiar a una vida menos húmeda. El tiempo, en cambio, no le dio la razón. Las lágrimas anegaron cada día de su futuro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Un tiempo único
Nauplio Fernández observó, al despertar, que no se había movido de la cama en toda la noche. Entonces una idea iluminó su cerebro: e...
-
1 Andrea posó sus lábiles dedos sobre la octava baja del piano vertical y comenzó los ejercicios de quinto curso, como cada tarde entre l...
-
Al pasar junto al jardín de una casa escucho rogar a una mujer mayor: «¡Zeus!¡Zeus!». De inmediato imagino que está implorando a los dioses ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario