miércoles, 8 de junio de 2011

Hospital



Lo malo de acudir a un centro hospitalario es la sensación de fragilidad que sientes cuando comienzas a encontrarte gente conocida gravemente enferma.

Mientras pensaba en esto vi que salía con un volante médico en las manos. Se acercó hasta mí y sin mediar palabra me dijo: «Me van a ingresar en la morgue. Me han diagnosticado que estoy muerto».

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