Todas las mañanas llena un cubo con el agua de la fuente que hay en el parque. Antes, la mujer, da varias vueltas alrededor del surtidor y luego mira al cielo. Mientras el chorro colma el recipiente invoca un viejo rezo en una lengua desconocida para los transeúntes. En el barrio todos la consideran loca. A ella no le importa lo que piense el vecindario y cuenta, cuando le preguntan, que un antepasado suyo vivió en el lejano Oeste. De un tiempo a esta parte vengo observando muchas cabezas rapadas por la calle.
domingo, 9 de octubre de 2022
Wéstern
Todas las mañanas llena un cubo con el agua de la fuente que hay en el parque. Antes, la mujer, da varias vueltas alrededor del surtidor y luego mira al cielo. Mientras el chorro colma el recipiente invoca un viejo rezo en una lengua desconocida para los transeúntes. En el barrio todos la consideran loca. A ella no le importa lo que piense el vecindario y cuenta, cuando le preguntan, que un antepasado suyo vivió en el lejano Oeste. De un tiempo a esta parte vengo observando muchas cabezas rapadas por la calle.
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Habrá que afeitarse la cabeza, siempre es conveniente ir a la moda.
ResponderEliminarSaludos,
J.