Mientras extendía los brazos con las palmas de las manos enfrentadas para ayudar a su abuela a ovillar la madeja, pensaba que ese gesto era como liar el mundo: con cada vuelta una pelotera mayor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gatillazos
Era una escritora cruel que mataba a todos sus amates fallidos.
-
El pianista se lesionó los dedos a propósito. Quería sentir en cada tecla que pulsara belleza y dolor. Brotaron entonces las notas teñidas d...
-
«Tú no sabes lo feliz que soy amándote, aunque tú lo ignores». Las palabras resonaron en la mente de Ana mientras observaba a Marcos desde l...
No hay comentarios:
Publicar un comentario