—Tomo pastillas para los vértigos, el tiroides, la tensión, el azúcar, la depresión, la circulación de la sangre, los gases, para poder dormir y alguna más para los dolores que tengo repartidos por el cuerpo.
—Abuela eres una drogadicta.
—Ay niña, no me digas esas cosas que suenan muy feo.
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