domingo, 28 de abril de 2019
A la vuelta del tiempo
En los últimos treinta años, cada vez que se marchaba de aquella oficina, tras una larga jornada de trabajo, sentía que olvidaba algo. Después recapacitaba: «mañana veré».
Un día no pudo aguantar más esa sensación y volvió para ver qué era. Entonces descubrió, asombrado, que se había dejado allí su vida, sentada en aquella silla junto a la mesa. La reconoció por ser tremendamente joven y entusiasta. Utópica y arriesgada. Pero sobre todo inusitada. «Si pudiera recogerla», pensó. Y se marchó, entristecido. Más que nunca.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gatillazos
Era una escritora cruel que mataba a todos sus amates fallidos.
-
El pianista se lesionó los dedos a propósito. Quería sentir en cada tecla que pulsara belleza y dolor. Brotaron entonces las notas teñidas d...
-
«Tú no sabes lo feliz que soy amándote, aunque tú lo ignores». Las palabras resonaron en la mente de Ana mientras observaba a Marcos desde l...
No hay comentarios:
Publicar un comentario