Sentado a la mesa en la cena de Nochebuena con solo una pajarita, nadie apreció su desnudez y sí la elegancia con que vestía su única prenda.
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Cirugía
—Ay, ay —el paciente no paraba de quejarse. —Ya no le dolerá más —dijo el médico mientras le extirpaba las interjecciones. Con precisión cas...
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Isabel salió de casa aquella mañana de primavera como cada día, ataviada con su delantal y un pañuelo blanco cubriendo su pelo. Echó a andar...
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Entró en el agua parsimoniosamente, comprobando que cada centímetro de su cuerpo se sumergía y notaba una temperatura distinta. Su piel se...
Nadie se fija ya en esas cosas. Vamos de mal en peor.
ResponderEliminarSaludos,
J.