Sentado a la mesa en la cena de Nochebuena con solo una pajarita, nadie apreció su desnudez y sí la elegancia con que vestía su única prenda.
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Gatillazos
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«Tú no sabes lo feliz que soy amándote, aunque tú lo ignores». Las palabras resonaron en la mente de Ana mientras observaba a Marcos desde l...
Nadie se fija ya en esas cosas. Vamos de mal en peor.
ResponderEliminarSaludos,
J.