domingo, 21 de octubre de 2018

Beodo




En aquella librería servían unos libros deliciosos y siempre lo invitaban a unas rondas de textos, así que cada noche volvía a casa borracho de letras. Menos en una ocasión cuando lo detuvo una pareja de críticos literarios y le hizo un control de novelas. El resultado que dio fue un porcentaje de best seller por encima de lo permitido. Un filólogo le retiró el carné de la biblioteca pública y lo condenó a leer a los clásicos de nuevo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Soñadora

Al soñar es feliz y sintiéndose feliz cree que sueña. Así vive, en un vaivén donde la vigilia es apenas una pausa entre milagros. Cada mañ...