domingo, 27 de diciembre de 2020
La carta espiral
Uno de los actos que mantenía más viva a la tropa era la escritura de cartas personales y recibir las repuestas a dichas misivas. En la humedad silenciosa del cuartel que invadía todas las estancias oscuras y despobladas, los soldados garabateaban letras imprecisas sobre su relato cotidiano.
Joan era un soldadito de escasa presencia física que había perdido la sonrisa porque sospechaba que su novia le era infiel. A veces se confesaba y vomitaba toda su ternura mezclada con tristeza.
Un día lo sorprendí mientras escribía una carta en forma de espiral y le pregunté qué hacía.
–Escribo a mi novia –me respondió.
–Y por qué lo haces de esa forma.
–Quiere volverme loco, pero no lo va a conseguir. Antes yo la vuelvo loca a ella.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ejemplar único
Si se arrojara una Enciclopedia Británica a un agujero negro ¿desaparecería la información de todos los ejemplares? La pregunta me obsesion...
-
Aracne tejió un nuevo hilo en la red. Ya no usaba seda, sino atención: su telar era el scroll infinito y su tela, servidores invisibles. No ...
-
Vino a defender a la libertad de expresión, acusada de hablar claro. En la sala, los jueces evitaban su mirada; los fiscales tiritaban bajo ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario