domingo, 21 de junio de 2020

La bienvenida



El barco no partió. Él sonrió entonces al ver como desde cubierta ella le saludaba. Recogió el equipaje y lo colocó en el maletero del coche. Esperó a que bajara la escalinata y le pidió que le devolviera su beso. Subió al automóvil y volvió a casa. En el camino no hubo reproches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Textos escogidos

Chuang Tse pensó dentro de mi cabeza: no sé por qué soy como soy . Y el mundo giró en torno a mí delicadamente. Adiviné que era sabio, per...